Arquitectura hecha arte

Rafael Moneo, el proyectista español más premiado, tuvo clara la prioridad desde los primeros bocetos: “La arquitectura tiene obligaciones, los edificios adquieren importancia cuando completan algo más amplio que ellos: la ciudad”, explica. Su objetivo con este proyecto consistió en crear una obra que se sumase al proyecto común que es la ciudad de Barcelona y encontró su plenitud en la forma del NH Collection Barcelona Constanza.

El arquitecto navarro ha firmado grandes obras como el nuevo Beirut Souks (en Líbano), la catedral de Los Ángeles (en California), el Kursaal de San Sebastián, el Museo Thyssen, la ampliación del Museo del Prado o la estación de Atocha (en Madrid), entre otros. Además del Pritzker (el Oscar de la arquitectura), ha recibido prestigiosos galardones como el Premio Nacional de Arquitectura, la Medalla de Oro de la Unión Internacional de Arquitectos, el Premio de Arquitectura Contemporánea Mies van de Rohe o el Premio Príncipe de Asturias de las Artes.

Su proyecto para Barcelona, este icono de la arquitectura y la hostelería, está ubicado en el legendario distrito de Les Corts, un barrio que ha vivido una de las mayores revoluciones urbanas de los últimos tiempos y que se ha posicionado en un ejemplo de cómo debe ser el desarrollo de una metrópolis.

Para este proyecto, Moneo contó con el apoyo de otros dos maestros, los arquitectos Manuel de Solà-Morales y Lucho Marcial. Como resultado, el diseño es, junto al confort, uno de los grandes protagonistas en cada rincón. Es parte de su ADN, que se identifica con el espíritu de la ciudad, una referencia mundial en el diseño más vanguardista y en la creación de tendencias.

Por los amplios pasillos, entre paramentos de hormigón visto y vidrio verde y azul, se descubren pequeños rincones en los que descansar, reunirse o simplemente leer. El resto de zonas comunes llama la atención por las grandes proporciones, por lo diáfano de los espacios y por los juegos conseguidos con la luz natural. Marcial, como responsable del interiorismo, quiso que la sobriedad fuera el elemento protagonista. Los colores –blanco, negro y gris– elevan la contundencia de los materiales –mármol, cristal y acero– y consiguen que ningún otro ornamento sea necesario.

Las 308 habitaciones del NH Collection Barcelona Constanza son exteriores y muy espaciosas. Ideadas como modernos camarotes, todas ellas disponen de bañera y ducha. En su concepción se puso el énfasis en la calidad a través de los materiales y en la relación del interior con el exterior gracias a los enormes ventanales. La mayoría son de categoría superior o premium. Hay siete junior suites y una suite.

Mientras la madera y el cristal son protagonistas en el dormitorio, es la cerámica negra rectificada la que da carácter al baño. Sólo se ve alterada por grandes láminas de vidrio tintado que delimitan las diferentes zonas. Amplios, espaciosos y cómodos cuentan –todos ellos– con ducha efecto lluvia, selección de amenities NH Collection y secador de pelo profesional.

El guiño al arte y a Barcelona se desvela a través de una fotografía de «L’ou com balla» (el huevo como baila) junto a las bañeras. «L’ou com balla» representa una tradición centenaria de la ciudad y simboliza el «renacer de una nueva vida». El día del Corpus Christi, los claustros, los patios y los jardines de la capital se adornan con flores y frutas y en los surtidores de sus fuentes se coloca un huevo que «baila» sobre la fuerza del agua.

Conozca la cautivadora belleza de la arquitectura y diseños creados por profesionales de fama mundial y déjese hechizar por los sorprendentes y pensados detalles. El NH Collection Barcelona Constanza definitivamente no le dejará indiferente.